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Anemia

La anemia es una afección que se produce cuando el cuerpo no posee suficientes glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos forman parte de la sangre y se encargan de transportar el oxígeno por todo el cuerpo. Una proteína llamada hemoglobina les permite a los glóbulos rojos absorber y liberar el oxígeno. Sin glóbulos rojos o hemoglobina suficientes, el cuerpo no recibe el oxígeno necesario. Por consiguiente, pueden presentarse síntomas de anemia.

Corte transversal de un vaso sanguíneo con cantidades normales de glóbulos rojos. Abajo se ve otro corte transversal de un vaso sanguíneo que muestra que hay muy pocos glóbulos rojos debido a una anemia.

¿Cuáles son los síntomas de la anemia?

Algunas personas con anemia no tienen síntomas. Pero la mayoría tiene síntomas que van de leves a graves. Según la causa y la gravedad de la anemia, los síntomas pueden presentarse de forma lenta o rápida. Por ejemplo, las siguientes:

  • Cansancio intenso (fatiga)

  • Debilidad

  • Palidez

  • Falta de aire

  • Sensación de mareo o de desvanecimiento

  • Ritmo cardíaco irregular o acelerado

  • Problemas para realizar las actividades habituales

  • Coloración amarillenta en los ojos, la piel o la boca y orina oscura (ictericia)

  • Dolor de cabeza

  • Pies o manos fríos

  • Dolor de pecho

  • Sensación pulsátil en los oídos

¿Cuáles son las causas de la anemia?

Puede tener anemia cuando al cuerpo le sucede lo siguiente:

  • Pierde demasiada sangre

  • No produce suficientes glóbulos rojos

  • Elimina los glóbulos rojos más rápido de lo que los produce

  • No produce una cantidad normal de hemoglobina en los glóbulos rojos

Dichos problemas pueden ocurrir por varios motivos, entre ellos, los siguientes:

  • Afección con la que se nace (congénita o hereditaria). Esto incluye la anemia falciforme o la talasemia.

  • Hemorragia grave sin causa aparente. Esto puede deberse a una lesión, una cirugía, un parto o hasta períodos menstruales intensos.

  • Falta de determinados nutrientes. Estos pueden incluir deficiencia de hierro, folato o vitamina B12.

  • Determinadas afecciones a largo plazo (crónicas). Entre ellas, se incluyen la enfermedad hepática, diabetes, artritis reumatoide o enfermedad renal.

  • Algunas infecciones crónicas. Por ejemplo, la tuberculosis o el VIH.

  • Cáncer.

  • Exposición a determinados medicamentos. Estos incluyen los medicamentos para la quimioterapia.

Hay diferentes tipos de anemia. Su proveedor de atención médica puede brindarle más información sobre el tipo de anemia que tiene y sus causas.

¿Cómo se diagnostica la anemia?

Para diagnosticar la anemia, su proveedor de atención médica pedirá análisis de sangre. Por ejemplo, lo siguiente:

  • Un hemograma completo. Esta prueba mide las cantidades de los diferentes tipos de células sanguíneas.

  • Un frotis de sangre. Esta prueba evalúa el tamaño y la forma de las células sanguíneas. Para realizar la prueba, se debe analizar una gota de sangre con un microscopio. Se usa un colorante para hacer más visibles las células sanguíneas.

  • Exámenes de hierro. Miden la cantidad de hierro que hay en la sangre. El hierro es necesario para producir hemoglobina en los glóbulos rojos.

  • Exámenes de vitamina B12 y folato. Estos exámenes comprueban la existencia de algunos de los componentes que ayudan a dar a los glóbulos rojos un tamaño y una forma normales.

  • Un análisis del número de reticulocitos. Con esta prueba se puede medir la cantidad de glóbulos rojos nuevos (inmaduros) que produce la médula ósea.

  • Una electroforesis de hemoglobina. Esta prueba sirve para descubrir problemas en la hemoglobina de los glóbulos rojos.

  • Niveles de lactato deshidrogenasa (LDH) y haptoglobina. Con estas pruebas se mide la cantidad de sustancias en la sangre llamadas LDH y haptoglobina. Tanto los niveles de LDH como de haptoglobina pueden ser anormales con un tipo de anemia que destruye los glóbulos rojos (anemia hemolítica).

  • Aspirado y biopsia de la médula ósea. Estas pruebas se hacen al mismo tiempo y permiten evaluar la médula ósea donde se producen los glóbulos rojos.

¿Cómo se trata la anemia?

Los tratamientos que se utilizan dependen del tipo de anemia, su causa y la gravedad de los síntomas. Los tratamientos pueden incluir lo siguiente:

  • Cambios en la dieta. Consisten en aumentar la cantidad de determinados nutrientes en la dieta, como hierro, vitamina B12 o folato. También es posible que su proveedor de atención médica le recete suplementos nutritivos.

  • Medicamentos. Algunos medicamentos se utilizan para tratar la causa de la anemia. Otros ayudan a crear glóbulos rojos nuevos o a aliviar los síntomas. Si algún medicamento le produce anemia, debe dejar de tomarlo o cambiarlo.

  • Transfusiones de sangre. Reemplazar parte de su sangre puede aumentar el número de glóbulos rojos sanos de su cuerpo.

  • Cirugía. En algunos casos, el proveedor puede hacer una cirugía para tratar la causa subyacente de la anemia. Si la cirugía es necesaria, el proveedor le explicará el procedimiento y le dará una idea general de los beneficios y riesgos que conlleva.

¿Cuáles son los problemas a largo plazo?

Si tiene algunos tipos de anemia, puede recuperarse por completo una vez terminado el tratamiento. Si tiene otros tipos de anemia (en especial las que son de nacimiento), necesitará tratamiento durante toda la vida. El proveedor puede darle más información.

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