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Transfusiones de sangre y de productos de la sangre para el cáncer

Una transfusión de sangre es la administración de sangre completa, o de partes de la sangre, a una persona a través de una vía intravenosa (IV) insertada en una vena. La sangre entera o las partes de la sangre que se usan en las transfusiones se llaman productos de la sangre. En general, la sangre proviene de otra persona. Esta persona se llama donante.

La sangre y las partes de la sangre

Corte transversal de un vaso sanguíneo en donde se ven células sanguíneas normales.

La sangre es un líquido que fluye por todo el cuerpo. Está compuesta por distintas partes que tienen funciones específicas.

  • Glóbulos rojos. Estos transportan oxígeno por todo el cuerpo.

  • Glóbulos blancos. Forman parte del sistema inmunitario del cuerpo. Su función principal es combatir las infecciones y las enfermedades.

  • Plaquetas. Son fragmentos de glóbulos que contribuyen a la coagulación. Cuando una persona se corta o se le hace un moretón, las plaquetas se adhieren entre sí para formar un coágulo o "tapón". Esto ayuda a controlar el sangrado, impidiendo que el cuerpo pierda demasiada sangre.

  • Plasma. Es la base líquida de la sangre completa. Este líquido transporta los distintos tipos de glóbulos a todas las partes del cuerpo. El plasma también transporta proteínas llamadas factores de coagulación. Estos ayudan a las plaquetas a formar coágulos.

La sangre se divide en cuatro tipos: A, B, AB y O. Además, la sangre tiene tipos de Rh: positivo (+) y negativo (–). Cualquier producto de la sangre que reciba durante una transfusión debe ser compatible con su tipo de sangre.

Razones por las que podría realizarse una transfusión

El cáncer puede causar varios problemas que requieren tratamiento con transfusiones de sangre. Por ejemplo:

  • El cáncer puede afectar la médula ósea. La médula ósea es la parte blanda y esponjosa del interior de los huesos donde se produce la mayoría de las células sanguíneas. Si la médula ósea se daña o se destruye, el cuerpo no puede producir suficientes células sanguíneas. Esta carencia impide que el cuerpo funcione con normalidad.

  • El cáncer puede producir anemia. Esta afección se produce si no hay suficientes glóbulos rojos en el cuerpo. Los tejidos y órganos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno sin suficientes glóbulos rojos. La anemia puede hacer que sienta cansancio o que le falta el aire.

  • En ocasiones, algunos tipos de cáncer pueden causar hemorragias internas. Esto puede ocasionar pérdidas de sangre que pongan en peligro su salud.

Ciertos tratamientos contra el cáncer pueden disminuir la cantidad de células sanguíneas sanas en el cuerpo. Una transfusión puede ayudar a aumentar la cantidad de células sanas. Los siguientes son algunos de estos tratamientos:

  • Quimioterapia. Usa medicamentos fuertes para destruir las células cancerosas. Pero estos medicamentos también pueden dañar las células sanas. Esto incluye las células de la médula ósea. Esto puede reducir los recuentos de sus células sanguíneas.

  • Radioterapia. Usa rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Al igual que la quimioterapia, este tratamiento también puede dañar las células sanas de la médula ósea. Esto puede reducir los recuentos de sus células sanguíneas.

  • Cirugía. Puede ser necesaria una cirugía para extirpar un grupo de células cancerosas (un tumor) del cuerpo. La cirugía puede producir pérdidas de sangre que requieren administrar transfusiones.

Tipos de transfusiones

En función de sus necesidades, como parte del plan de tratamiento, el proveedor de atención médica podría recomendarle 1 o varios de los productos de la sangre que se describen más abajo. El proveedor le explicará cómo se administrarán las transfusiones y con qué frecuencia podrían ser necesarias. Antes de recibir cualquier producto de la sangre, tendrán que sacarle sangre. Esto es para determinar su tipo de sangre y hacer un análisis de anticuerpos. También se hace para comparar su sangre con la de un donante y asegurarse de que son compatibles (lo que se denomina pruebas cruzadas). También tendrá que firmar un formulario de consentimiento en el que conste que comprende los posibles riesgos de la transfusión.

Transfusiones de glóbulos rojos

Suelen estar indicadas para tratar la pérdida de sangre o la anemia graves. Para esta transfusión es necesario que los glóbulos rojos sean compatibles con su tipo de sangre. Excepto en el caso de pérdidas de sangre graves, los pacientes con cáncer reciben glóbulos rojos sin plasma. A cada bolsa se le llama unidad. La administración de cada unidad suele durar entre unas 2 y 4 horas. Durante ese período, el personal de enfermería le controlará la temperatura, el pulso y la presión arterial. También prestarán atención a las reacciones alérgicas.

Transfusiones de plaquetas

Están indicadas si el recuento de plaquetas es demasiado bajo. Un recuento de plaquetas bajo aumenta el riesgo de sangrado. Aunque es recomendable que las plaquetas sean compatibles con su tipo de sangre, esto no es indispensable. Las plaquetas pueden obtenerse de diferentes maneras:

  • De un donante (producto de aféresis)

  • De una combinación de varias bolsas de sangre entera (producto combinado)

  • De un donante comunitario que se escoge especialmente por su compatibilidad (producto compatible)

Una unidad de plaquetas tarda 1 hora o menos en administrarse. Al igual que en la transfusión de glóbulos rojos, el personal de enfermería le controlará la temperatura, el pulso y la presión arterial. Prestarán atención a las reacciones alérgicas.

Transfusiones de plasma fresco congelado

Están indicadas para aportar a la sangre más factores de coagulación a fin de ayudar a detener el exceso de sangrado. El plasma fresco congelado (FFP, por su sigla en inglés) debe coincidir con su tipo de sangre. De una unidad de sangre completa se extrae una unidad o bolsa de plasma. Después, se congela en el banco de sangre. El plasma se descongela en el momento que se necesita. La administración de una unidad de FFP suele tardar entre 1 y 2 horas.

Transfusiones de glóbulos blancos (granulocitos)

Debido a los graves riesgos que conllevan, estas transfusiones de sangre no se realizan casi nunca. Si usted tiene un problema con los glóbulos blancos, su proveedor de atención médica puede recomendarle otros tratamientos que ayudan a estimular el crecimiento de estas células.

Transfusión de sangre completa

Cuando una persona necesita todos los componentes de la sangre, se utiliza sangre completa. Este tipo de transfusión suele administrarse a personas con una pérdida importante de sangre a causa de una cirugía o un traumatismo.

Riesgos y complicaciones posibles de la transfusión de sangre y de productos de la sangre

Estos incluyen lo siguiente:

  • Fiebre y escalofríos

  • Reacción alérgica, como picazón o sarpullido en la piel, dificultad para respirar, opresión en la garganta, mareos, o enrojecimiento o rubor de la cara

  • Dolor de pecho

  • Presión arterial baja

En el eventual caso de que usted reciba un tipo de sangre incorrecto:

  • Dolor de espalda

  • Frecuencia cardíaca acelerada

  • Presión arterial baja

  • Náuseas

  • Orina de color oscuro o rojo

Si bien esto sucede con muy poca frecuencia, algunas enfermedades pueden transmitirse mediante transfusiones de sangre. Entre ellas, se encuentran las siguientes:

  • Hepatitis B

  • Hepatitis C

  • Citomegalovirus (CMV)

  • VIH

  • Infecciones bacterianas

Más información sobre la seguridad de la donación y las transfusiones de sangre

Antes de administrarle la sangre y los productos de sangre de un donante, se toman medidas rigurosas para asegurarse de que no acarreen ningún peligro. En estos sitios web, puede obtener más información sobre la procedencia de la sangre donada y cómo se analiza:

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