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Pruebas de detección de cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal comienza en las células del colon o del recto. Es una de las causas principales de muerte por cáncer en los Estados Unidos. Pero cuando se lo detecta y se lo trata a tiempo, las probabilidades de lograr una recuperación completa son muy altas. El cáncer debe detectarse cuando aún es pequeño y no se propagó. El cáncer colorrectal no suele causar síntomas en las primeras etapas. Por eso, es importante hacer las pruebas para detectarlo. Mediante estas pruebas de detección, se buscan crecimientos anormales antes de que aparezcan los síntomas. Las pruebas de detección son aun más importantes si tiene factores de riesgo para este tipo de cáncer.

Corte transversal del colon sigmoide, recto y ano donde pueden verse el cáncer y un pólipo.

Factores de riesgo del cáncer colorrectal

Los riesgos de tener cáncer colorrectal son más altos si se cumple lo siguiente:

  • Es adulto mayor. Los adultos mayores son los más propensos a tener cáncer colorrectal. Sin embargo, puede presentarse a cualquier edad.

  • Tiene antecedentes familiares o personales de cáncer colorrectal o de pólipos colorrectales

  • Es de origen afroamericano

  • Desciende de pueblos judíos de Europa Oriental (asquenazí)

  • Tiene la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa

  • Tiene diabetes tipo 2

  • Tiene un síndrome genético hereditario, como el síndrome de Lynch o poliposis adenomatosa familiar

  • Tiene sobrepeso

  • No hace actividad física

  • Fuma

  • Bebe mucho alcohol (más de 2 tragos por día en el caso de los hombres y más de 1 trago por día en el caso de las mujeres)

  • Come mucha carne roja o procesada

El colon y el recto

El colon y el recto forman parte del aparato digestivo. La comida pasa por el estómago y se dirige al intestino delgado. Luego, ingresa al colon. En el recorrido por el colon, se elimina el agua. Los desechos restantes (heces) se vuelven más sólidos. Los músculos de los intestinos empujan las heces hacia el colon sigmoide. Esta es la última parte del colon. Las heces luego pasan al recto. Permanecen allí hasta que el cuerpo está listo para expulsarlas.

¿Cómo comienza el cáncer colorrectal?

Los pólipos son crecimientos de tejido que se forman en el revestimiento interno del colon y del recto. La mayoría son benignos. Esto significa que no son cancerosos. Con el tiempo, algunos pólipos pueden volverse cancerosos. Se dice que son malignos. Esto sucede cuando las células de los pólipos comienzan a crecer de forma descontrolada. Con el tiempo, las células cancerosas se propagan por el colon y el recto. El cáncer puede propagarse hacia los órganos cercanos o hacia los ganglios linfáticos. Puede propagarse a otras partes del cuerpo, como el hígado o los pulmones. Si los pólipos se detectan y se extirpan a tiempo, es posible evitar que el cáncer llegue a formarse.

Pruebas de detección de cáncer colorrectal

Las pruebas de detección tienen la finalidad de determinar si existe un problema de salud antes de que aparezcan los síntomas. Las primeras pruebas de detección para cáncer colorrectal son las siguientes:

  • Su historia clínica. El proveedor de atención médica le preguntará sobre su historia clínica. Le hará preguntas sobre los posibles factores de riesgo de cáncer. Comunique al proveedor de atención médica si un familiar suyo tuvo cáncer o pólipos colorrectales. También infórmele cualquier problema de salud que haya tenido.

  • Pruebas de detección. Desde la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society) y el Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos (U.S. Preventive Services Task Force), se recomienda que las personas con riesgo promedio se hagan las pruebas de detección de cáncer colorrectal a partir de los 45 años. Hable con el proveedor de atención médica sobre los riesgos. Pregunte cuándo debería comenzar a realizarse las pruebas de detección. También es importante que consulte sobre la cobertura con el proveedor de seguro médico.

Tipos de pruebas de detección

Más abajo se detallan los tipos de pruebas de detección de cáncer colorrectal más comunes. La frecuencia con la que se haga las pruebas depende de su riesgo y de la prueba que hayan elegido usted y al proveedor de atención médica. Es posible que necesite comenzar antes con estos exámenes, o hacerlos con mayor frecuencia, si tiene antecedentes familiares de cáncer de colon o su riesgo es más alto por otros motivos.

Análisis de heces

Prueba de sangre oculta en las heces (FOBT) o prueba inmunoquímica fecal (FIT) (todos los años)

Mediante estas pruebas, se busca detectar sangre en las heces que no se observa a simple vista. Esto se conoce como sangre oculta. La presencia de sangre oculta puede ser indicio de pólipos o cáncer de colon. Se analiza una muestra pequeña de heces en un laboratorio para ver si contiene sangre. La mayoría de las veces, el paciente junta la muestra en su casa usando un equipo provisto por el proveedor de atención médica. Asegúrese de saber qué hacer y siga atentamente las instrucciones. Por ejemplo, es posible que deba evitar algunos alimentos y algunos medicamentos antes de recoger las heces para esta prueba. Si obtiene un resultado anormal de la prueba inmunoquímica fecal (FOBT o FIT, por su sigla en inglés), deberá realizarse una colonoscopia.

Prueba de ADN en heces (cada 1 a 3 años)

Esta prueba se utiliza para detectar células en las heces que tengan un ADN anormal. Es posible que estos cambios en el ADN sean indicios de cáncer o de pólipos. Esta prueba también sirve para detectar sangre oculta en las heces. Para esta prueba, debe recoger una deposición completa. Para eso, se usa un recipiente que se coloca en el inodoro. El equipo contiene instrucciones sobre cómo recoger, preparar y enviar las heces. Se las envía a un laboratorio para analizarlas. Si obtiene un resultado anormal de la prueba de ADN en heces, deberá realizarse una colonoscopia.

Exámenes de la vista

Colonoscopia (cada 10 años)

Gracias a esta prueba, el proveedor de atención médica puede detectar y extirpar los pólipos en el colon o en el recto. Esta es la única prueba de detección que le permite al proveedor de atención médica visualizar todo el colon y el recto. Además, le permite al proveedor de atención médica extirpar todos los fragmentos de tejido que deben revisarse para determinar si hay cáncer.

Uno o dos días antes de la prueba, deberá preparar los intestinos. La preparación de los intestinos sirve para limpiar el colon. Esto permite visualizar el revestimiento interno durante la prueba. Le darán instrucciones sobre cómo hacerla. Esto incluye hacer una dieta líquida. Luego, usará una solución laxante fuerte o un enema.

Justo antes de la prueba, le administran medicamentos para adormecerlo. Luego, el proveedor de atención médica introduce con cuidado una sonda larga y flexible con luz (colonoscopio) en el recto. Se guía el colonoscopio por todo el colon. El proveedor observa las imágenes del interior del colon en una pantalla de video. Se extirpan todos los pólipos que se detecten. Estos se envían a un laboratorio para analizarlos. Si no es posible extirparlo, se toma una muestra pequeña del tejido para analizarla. Si la prueba indica que podría ser canceroso, es posible que se extirpe el pólipo más adelante con una cirugía.

Sigmoidoscopia flexible (cada 5 años)

Esta prueba es muy similar a la colonoscopia. Pero solo se realiza en el colon sigmoide y el recto. El colon sigmoide corresponde a los últimos 60 cm (2 pies) del colon que se unen con el recto. El colon en su totalidad mide unos 1.5 m (5 pies) de largo.

Uno o dos días antes de la prueba, deberá preparar los intestinos. La preparación de los intestinos sirve para limpiar el colon. Esto permite visualizar el revestimiento interno durante la prueba. Le darán instrucciones sobre cómo hacerla. Esto incluye hacer una dieta líquida. Luego, usará una solución laxante fuerte o un enema.

Estará despierto durante el procedimiento. Es posible que le administren medicamentos para que se relaje. El proveedor de atención médica guía una sonda delgada, flexible y con luz (sigmoidoscopio) por el recto y la parte inferior del colon. Verá las imágenes en un monitor. Durante el procedimiento, pueden extirparse los pólipos. Estos se envían a un laboratorio para analizarlos.

Otra opción es la sigmoidoscopia flexible cada 10 años, junto con una prueba inmunoquímica fecal todos los años. Consulte con el proveedor de atención médica para obtener más información.

Colonoscopia virtual (cada 5 años)

Esta prueba también se conoce como colonografía por tomografía computarizada. Se utiliza una serie de radiografías. Con estas, se obtiene una imagen tridimensional del colon y del recto.

Uno o dos días antes de la prueba, deberá preparar los intestinos. La preparación de los intestinos sirve para limpiar el colon. Esto permite visualizar el revestimiento interno durante la prueba. Le darán instrucciones sobre cómo hacerla. Esto incluye hacer una dieta líquida. Luego, usará una solución laxante fuerte o un enema.

Durante la prueba, se recostará sobre una camilla angosta que forma parte de la máquina de rayos X llamada escáner de tomografía computarizada. Le colocarán una sonda blanda pequeña en el recto. Mediante este tubo, se llenan de aire el colon y el recto. Se desliza la camilla dentro del escáner de tomografía computarizada. Luego, se toma una serie de radiografías. En una computadora, se combinarán estas radiografías para obtener una imagen tridimensional. Debido a que en esta prueba se usan rayos X, estará expuesto a una cantidad pequeña de radiación. Esta prueba puede realizarse sin sedantes. Si se detectan pólipos o cualquier otro cambio, deberán realizarle una colonoscopia. Esto se hace para extirpar el tejido y analizarlo.

Consulta con el proveedor de atención médica

Hable con el proveedor de atención médica para saber qué pruebas de detección podrían ser mejores en su caso. Cada prueba tiene ventajas y desventajas. Independientemente de la prueba que se realice, lo importante es que se haga examinar. Si durante las pruebas se detecta cáncer en una etapa inicial, será más fácil tratarlo. De este modo, hay más probabilidades de que el tratamiento funcione bien. Hacer pruebas frecuentes de detección incluso puede prevenir el cáncer.

Si le realizan una prueba de detección diferente a la colonoscopia y obtiene un resultado anormal, deberá hacerse una colonoscopia. En ese caso, no se considerará como una colonoscopia de detección. Por esta razón, es posible que deba pagar deducibles y copagos. Consulte con el proveedor de seguro médico para saber cuáles son las opciones.

Hable con el proveedor de atención médica sobre su nivel de riesgo. Es posible que deba seguir otro programa de detección si tiene un riesgo mayor de padecer este cáncer. Hable con el proveedor sobre su historia clínica para decidir qué prueba de detección es la más adecuada para usted.

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