Resfriados y otras infecciones

Un resfriado o gripe puede provocar la inflamación de los senos paranasales y del recubrimiento de mucosa de la nariz. Las aberturas sinusales pueden bloquearse. Esto hace que se acumule mucosidad. Esta acumulación de mucosidad crea un lugar ideal para el crecimiento de bacterias. Una señal de infección es la mucosidad espesa, amarilla o que cambió de color.

Reacciones alérgicas

También es posible que tenga sensibilidad a determinadas sustancias. Esto provoca la liberación de histamina en el cuerpo. La histamina hace que se inflamen los senos paranasales y el recubrimiento de mucosa de la nariz. La inflamación crónica obstruye los senos paranasales. Esto impide que los vellos diminutos (cilios) que están en el recubrimiento de mucosa de la nariz eliminen la mucosidad. Los síntomas de alergia pueden continuar en el tiempo. Pero son menos graves que los que ocurren con los resfriados.

Obstrucciones

• Un pólipo es un saco de tejido que se hincha. Esto puede suceder como resultado de una alergia o infección. Los pólipos pueden obstruir la abertura en la que drenan la mayoría de los senos paranasales (meato medio). Pueden crecer al punto de bloquear la nariz.

• Cuando la pared delgada que está dentro de la nariz no está en el medio, la afección se conoce como tabique desviado. Suele ser producto de una lesión. Esto podría obstruir el meato medio.

  

Las personas con problemas nasales o alergias crónicas son más propensas a tener sinusitis aguda. La sinusitis también es más común en personas que tienen un sistema inmunitario debilitado, como aquellas con VIH. Las personas también son más propensas a tener sinusitis si tienen fibrosis quística u otra afección que hace que su cuerpo fabrique más mucosidad.