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Los cuidados después de la circuncisión

La circuncisión es un procedimiento muy sencillo que la mayoría de las veces se le hace al bebé, antes de irse a casa, en la sala de cuidados del hospital si la familia eligió que se le haga este procedimiento. La circuncisión se puede hacer de varias maneras. Su proveedor de atención médica le explicará el procedimiento y lo que puede esperar. Para cuidar bien de su hijo después de la circuncisión, siga estos consejos:

¿Qué sucederá?

  • Puede formarse una costra de sangre o amarillenta alrededor de la punta del pene. Esto es normal. No limpie la costra hasta arrancarla, ya que podría sangrar.

  • El pene puede hincharse un poco o sangrar levemente alrededor de la incisión.

  • La punta del pene podría estar algo enrojecida o amoratada (negra y azul).

  • Un par de días después de la circuncisión, puede que su bebé llore al orinar o esté un poco quejumbroso.

  • La circuncisión debería estar curada al cabo de una o dos semanas.

Manténgale el pene limpio

  • Límpiele cuidadosamente el pene de su bebé con agua tibia cada vez que le cambie el pañal si el pene está sucio con heces.

  • Use una toallita suave.

  • Deje que la piel se seque al aire.

  • Cámbiele con frecuencia los pañales para prevenir infecciones.

  • Cubra la punta del pene con vaselina si el proveedor de atención médica así se lo indica.

Para la pinza Gomco o Mogan:

  • Si lleva una gasa o una venda en el pene, le podrían pedir que la retire al día siguiente, o que se la cambie cada vez que le cambie los pañales.

Para el dispositivo Plastibell: 

  • Deje que la tapita se caiga por sí sola. Normalmente esto pasa entre tres y diez días después de la operación.

  • Llame a su proveedor de atención médica si la tapita se cae durante los dos primeros días, o si no se cae pasados diez días.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

  • Si el pene está muy rojo o se hincha mucho

  • Su hijo tiene fiebre:

    • Si es un bebé de menos de tres meses y tiene temperatura rectal de 100.4 °F ( 38.0 °C) o más alta

    • Su hijo ha tenido una convulsión causada por la fiebre

    • Su hijo se nota muy enfermo, indiferente o quisquilloso

  • Si el líquido que le supura de la herida se espesa, es de un color verdoso o la supuración dura más de una semana.

  • Si el sangrado no se detiene al aplicar una ligera presión.

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