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Si su hijo tiene impétigo 

El impétigo es una infección de la piel causada por bacterias comunes. Suele aparecer en zonas lesionadas de la piel. Tiene la apariencia de un sarpullido con granos pequeños de color rojo o ampollas. El sarpullido puede producir comezón. Los granos o las ampollas suelen reventarse y convertirse en llagas abiertas. Luego forman una costra o roncha. Esto puede otorgarles un aspecto amarillo o dorado.

Primer plano de una boca en donde se ven llagas cerca de los labios y alrededor de la nariz.
Impétigo en piel clara.
Primer plano de una boca en donde se ven llagas cerca de los labios y alrededor de la nariz.
Impétigo en piel oscura.

¿Cómo se diagnostica el impétigo?

Por lo general, el impétigo se diagnostica por el aspecto. Para obtener más información, el proveedor de atención médica le hará preguntas sobre los síntomas y los antecedentes de salud de su hijo. También le hará un examen médico al niño. Si es necesario, puede tomarse líquido de la piel infectada y analizarse por cultivo para ver si contiene bacterias.

¿Cómo se trata el impétigo?

Con tratamiento, el impétigo suele desaparecer en un plazo de siete días. Para casos leves, se receta una pomada antibiótica. Cada vez que se disponga a aplicar la pomada, lávese primero las manos con agua tibia y jabón. A continuación, limpie suavemente la piel infectada y aplique la pomada. Luego, vuelva a lavarse las manos.

Pregunte al proveedor de atención médica si hay algún medicamento de venta libre para tratar a su hijo. En algunos casos, el proveedor podría recetarle antibióticos orales. El niño debería tomar todo el medicamento hasta terminarlo, incluso si comienza a sentirse mejor.

Llame al proveedor de atención médica si su hijo tiene cualquiera de estos síntomas:

  • fiebre (ver “La fiebre en niños”, más abajo);

  • síntomas que no mejoran al cabo de 48 horas de haberse iniciado el tratamiento;

  • convulsión provocada por la fiebre.

La fiebre en niños

Use siempre un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. Nunca use un termómetro de mercurio.

En el caso de bebés y niños pequeños, asegúrese de usar correctamente el termómetro rectal. Un termómetro rectal puede hacer un orificio (perforar) accidentalmente en el recto. También puede transmitir los microbios de las heces. Siga siempre las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Si no se siente cómodo midiendo la temperatura rectal, use otro método. Cuando hable con el proveedor de atención médica de su hijo, infórmele qué método usó para tomar la temperatura del niño.

A continuación, se presentan algunas pautas relacionadas con la temperatura de la fiebre. La temperatura tomada en el oído no es precisa antes de los 6 meses. No tome la temperatura oral a su hijo hasta que tenga, por lo menos, 4 años.

Bebé menor de 3 meses:

  • Pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomar la temperatura.

  • Temperatura rectal o en la frente (arteria temporal) de 100.4 °F (38 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor.

  • Temperatura axilar de 99 °F (37.2 °C) o más alta, o según lo que le haya indicado su proveedor.

Niños entre los 3 y los 36 meses:

  • Temperatura rectal, en la frente o en el oído de 102 °F (38.9 °C) o más alta, o según le indique el proveedor.

  • Temperatura debajo del brazo (axilar) de 101 °F (38.3 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor.

Niños de cualquier edad:

  • Picos de fiebre repetidos de 104 °F (40 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor.

  • Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años. O fiebre persistente durante 3 días en un niño de 2 años o más.

¿Cómo se previene el impétigo?

Siga estos pasos para impedir que su hijo transmita el impétigo a otras personas:

  • Córtele las uñas al niño para evitar que se rasque la piel infectada.

  • Enseñe a su hijo a lavarse las manos a menudo con agua tibia y jabón.

  • Lave diariamente la ropa de cama, las toallas y las prendas de vestir de su hijo hasta que desaparezca la infección.

El lavado de las manos es especialmente importante antes de comer o de manipular alimentos, después de ir al baño y después de tocar la piel infectada.

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